Buenas noches.
Hoy ha sido un día duro, quizá de los más duros del campamento. Tras realizar las obligaciones de todas las mañanas (una pequeña oración, desayuno, una limpieza al campamento y poner orden cada uno en su tienda), los acampados y monitores se han pertrechado con la ropa de marcha adecuada. El destino, un pequeño pueblecito que hace de fin para la carretera, Escuredo, donde les esperaba una pequeña pero muy acogedora ermita.
Como pueden ver, el caminar hace hambre y qué mejor menú que: Montado de foie en rico pan de pueblo, Tacos de chorizo al aroma campero acompañado de una ración de rico choped y como postre porciones de quesito con un toque de sandía. Todo ello regado con un agua mineral de excelente añada. Por supuesto, hubo raciones para todo el que quería repetir e incluso sobraron.
Y esto fue sólo la comida en Escuredo. En el descanso previo a la llegada al destino no podía faltar el refrigerio de un buen trago de agua acompañado por altas dosis energéticas de chocolate y caramelos.
Esta noche dormirán como lirones, que mañana hay que seguir jugando y preparando sorpresas para el domingo que se acerca a la velocidad del rayo.
Hasta mañana.
Pero como echo yo de menos esas marchas. Que tiempos más bueno y más bonitos. Siempre te quedan los recuerdos.
Besitos para Lucía Martín.
Seguid disfrutando mucho.